El 2 de mayo se celebra el Día Mundial contra el Bullying o el Acoso Escolar, con el objetivo de concienciar sobre el riesgo del acoso escolar y el bullying en los niños y jóvenes a nivel mundial, así como buscar los mecanismos para evitar este mal, que hoy, se ha convertido en un terrible peligro para la población infantil y juvenil.
La fecha fue establecida por asociaciones de padres y diversas organizaciones no gubernamentales para concienciar sobre los riesgos del acoso escolar y los métodos para evitar la violencia en los centros escolares, y para establecer un protocolo de actuación ante casos de este tipo. La causa se representa con un lazo de color púrpura.
¿Qué se entiende por bullying o acoso escolar?
El Bullying o acoso escolar es la forma de comportarse o dirigirse a otra persona ya sea de forma verbal o física, causando un daño temporal o permanente en la víctima. Es un tipo de hostigamiento reiterativo de una o más personas hacia sus semejantes, en los cuales la persona sufre de amenazas, intimidación, manipulación e inclusive, agresiones físicas.
No obstante, en nuestros días el Acoso Escolar se ha extendido al ciberespacio (internet) creando el ciberacoso, se puede ver con preocupación como la tasa de suicidio ha aumentado de manera vertiginosa en muchos países y sin que los padres y la sociedad pueda hacer nada al respecto.
Sin embargo, nunca es tarde para empezar a tomar medias que alerten a los padres cuándo sus hijos están siendo víctimas de acoso escolar. Algunas de ellas se detallan a continuación:
- Cambia los datos de la configuración de privacidad, que sólo pueda ser compartida con amigos o de forma privada.
- Bloquea y elimina contactos que envíen mensajes de acoso.
- Denunciar a la persona que esté realizando bullying.
- Hablar con los padres, familiares o personas mayores sobre el acoso, para que estén al tanto y puedan denunciar el acoso.
- Dirigirse a las autoridades, en caso de presentarse situaciones que amenacen la integridad o la vida del niño o el joven.
- Es importante guardar evidencias del acoso, como fotos, videos o textos, que puedan servir para denunciar al agresor.
- Alejarse por un tiempo de las redes sociales, resulta una salida, dejando de lado la Internet o cualquier herramienta tecnológica donde puedan acceder otras personas.
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